jueves, 19 de marzo de 2009

Los volcanes del “Campo de Calatrava” (Ciudad Real)


El pasado 25 de enero la agencia EFE hacia pública una noticia en la que se reconocía la labor de los investigadores dirigidos por la profesora titular de Geografía Física de la Universidad Regional de CLM del departamento de Geografía y Ordenación del Territorio y Decana de la Facultad de Letras de Ciudad Real doña Elena González Cárdenas que ha culminado en el reconocimiento de la zona del “Campo de Calatrava” como zona volcánica activa por parte del Instituto Smithsonian, dependiente del Museo de Historia Natural de Estados Unidos.

Este reconocimiento significa la inclusión en la lista de zonas activas de interés volcánico de este territorio de la provincia de Ciudad Real que se convierte de este modo en una zona de interés científico. Tal reconocimiento viene condicionado por el hecho de haber sido constatada en la zona actividad volcánica en los últimos 10.000 años (periodo Holoceno). El prestigioso Instituto norteamericano ha validado los análisis que ha venido desarrollando el grupo GEOVOL de la universidad castellano manchega aplicando entre otros el método de datación del carbono 14 sobre un edifico volcánico de la zona en el que se ha datado actividad de hace 5.300 años. El volcán se denomina Columba situado entre Granátula de Calatrava y Calzada de Calatrava y que lógicamente esta integrado en el catálogo de los más de 300 edificios volcánicos del Campo de Calatrava.

Aceptado pues, por parte de la comunidad científica, que el Campo de Calatrava es una zona de alto interés volcánico queda patente que los ciudadrealeños estamos pisando sobre una tierra que hace millones de años era un auténtico infierno de lava, cenizas y gases.

La formación de este territorio data concretamente de las edades geológicas denominadas pliocena y pleistocena. La principal causa de esta actividad magmática se debe a la confluencia y choque de las placas tectónicas africana y euroasiática en la zona de nuestra península ibérica, cuyas gigantescas fuerzas y energías disipadas sirvieron para la formación durante la orogenia alpina de las Cordilleras Béticas, a la vez que promoviendo estas formaciones geológicas de tipo volcánico.

Las pruebas visibles de la actividad de estos volcanes son muy numerosas. Una de ellas es la notable presencia de CO2 en el subsuelo que, mezclado con los acuíferos de la zona, dan lugar a los numerosos manantiales de aguas gasificadas del Campo de Calatrava. Hace unos años en el término de Granátula de Calatrava pudimos presenciar una magnífica prueba de este hecho en el famoso “chorro de agua” que se produjo provocado por una perforación del terreno y que se mantuvo activo varios meses.

Nos dice la profesora González Cárdenas: “En el Cuaternario se produce una clara intensificación de la actividad. Se crean los conjuntos o campos de volcanes más destacables por variedad y cantidad de materiales emitidos, y también por las morfologías y paisajes creados. Aunque el final de las erupciones se produzca en el Pleistoceno superior-Holoceno medio, se mantiene una notable actividad latente motivada por los largos procesos de enfriamiento y desgasificación del magma que no llegó a alcanzar la superficie. Estos procesos han dado origen a profusas e intensas emanaciones de gas (CO2), manantiales termales y a anomalías térmicas, muy localizadas, y en la actualidad aún débilmente apreciables “.

Por las características geomorfológicas del lugar el tipo de erupciones que se dieron en estos volcanes fueron, efusivas y estrombolianas, vinculadas a los magmas alcalinos, poco viscosos, y las relacionadas con la interacción agua-magma.

Los testigos más importantes a la hora de establecer la naturaleza y origen de esta región son sin lugar a dudas las piedras. Las rocas volcánicas emitidas por estos volcanes corresponden a basaltos en sentido amplio entre los que se pueden diferenciar una serie de variedades como las melilititas olivínicas, limburgitas, nefelinitas olivínicas. Así mismo aparecen también rocas porfídicas masivas, piroclastos escoriáceos, y depósitos hidromagmáticos.

Muchas e estas piedras tiene aplicaciones en la construcción y obras públicas así como en la obtención de minerales y elementos para la industria química. Una aplicación conocida por todos es la de la obtención de adoquines para el empedrado de calles. También se utilizan para la obtención de áridos triturados, especialmente el balasto utilizado para las vías del ferrocarril como elemento de fijación y lecho de traviesas y raíles. Existe una cantera para la extracción de estos materiales en Morrón de Villamayor.

Las rocas del Campo de Calatrava también han servido desde tiempos inmemoriales para la construcción. De este modo sus edificios religiosos y fortalezas han tomado sus piedras de la propia zona geográfica, como es natural. Una prueba de ello es el Castillo de Calatrava o la ermita visigótica de la Virgen de Zuqueca, en Oreto (Granátula de Calatrava), construidos con rocas de este tipo.

Otro tipo de rocas que tienen interés comercial son las variedades denominadas piroclásticas escoriaceas que son rocas muy vacuolares (porosas) que recibe el nombre de “`piedra pómez” de grano fino. Estos materiales se explotan en varias canteras de la región para la obtención de puzolanas, lo que constituye su principal aplicación industrial.
Asociado al magmatismo de la región se encuentran una serie de yacimientos minerales, de escasa importancia minera de origen sedimentario, que encontramos como niveles dentro de las secuencias del Plioceno y Cuaternario, constituyendo masas lenticulares de cierta potencia (hasta varios metros) y extensión lateral (varios cientos de metros, en los mejores casos).
Los manantiales de aguas con un alto grado de mineralización y gasificación son abundantes en la zona debido a los ya mencionados depósitos hidromagmáticos como los manantiales de "agua agria" o "hervideros", el más conocido de los cuales podría ser la "Fuente Agria" de Puertollano. O los baños de aguas medicinales de Santa Cruz de Mudela.

Quiero aprovechar esta oportunidad que tengo de hablar sobre la actividad volcánica de Calatrava para felicitar a un grupo de profesores del IES Vicente Cano de Argamasilla de Alba que elaboraron en el año 2007 una unidad didáctica denominada “EL CAMPO DE
CALATRAVA” enfocada para ser trabajada con alumnos de 4º de ESO de las materias de
Biología y Geología , Geografía e Historia y Física y Química y que recoge actividades de un alto valor educativo. Los profesores que firman la unidad didáctica son Carmen Gálvez Quiralte, Francisco Jiménez Priego Ramona María Jiménez Novella, Concepción López Sierra y Francisca Madrid Vinuesa. La unidad esta disponible en http://cprtomelloso.net/~secun1/wp/entorno/unidad_volcanes_campo_calatrava_FINALEntorno.pdf

Para terminar con éste artículo quiero también felicitar a la profesora doña Elena González Cárdenas por su trabajo y el de todo el grupo de profesores investigadores y alumnos sin cuyo esfuerzo hoy no sería una realidad este reconocimiento que lleva a nuestra provincia y concretamente al Campo de Calatrava al lugar que le corresponde por su interés científico, que, sumado a su interés histórico, definitivamente lo sacan del anonimato o el desinterés. A quienes interese ampliar información sobre el tema, la mencionada profesora tiene un lugar en Internet que ofrece una estupenda documentación divulgativa en la dirección Web http://www.uclm.es/profesorado/egcardenas/menu.htm

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