Quiero hablarles del serio problema al que nos enfrentamos en un futuro muy próximo en relación con los efectos del cambio climático en nuestra región de Castilla-La Mancha. Es verdad que todos los programas electorales en nuestra región recogen acciones para paliar los efectos de esta terrible amenaza que pesa sobre nuestras cabezas, pero también lo es, que una cosa es poner en los papeles las intenciones y otra es la firme convicción de ejecutar las promesas. Menos panfletos políticos y más legislación y financiación económica para atajar este problema. Menos demagogia entre comunidades que se disputan el agua y más control del gasto y racionalización del uso. No olvidemos que han pasado décadas en La Mancha en las que hemos derrochado el agua de los ríos y de los acuíferos con el conocimiento y aprobación del gobierno regional. Ahora toca hablar del agua y está bien que se hable pero no con demagogias, no con planteamientos localistas o regionalistas, no olvidemos que el gobierno regional, cuando mandaba el Sr. Bono, pactó con el Gobierno Nacional del Sr. Aznar su política hidrológica de trasvases, porque en aquel momento si tocaba y había contrapartida en la negociación.
Amigos lectores, los problemas derivados del cambio climático en ningún caso pueden ser materia de negociación política entre comunidades autónomas ni arma que se deba esgrimir frente al adversario político. El problema del cambio climático es realmente un problema de supervivencia, de tal gravedad que debe ser tratado con el rango de “problema mundial”, ni siquiera de estado. No vale decir que el cambio climático en nuestra comunidad lo provocan las térmicas que queman combustible en Puertollano, y Azeca o con las cementeras de Toledo y Guadalajara y que los Aerogeneradores que hay en nuestras sierras convertirán a La Mancha en un paraíso energético y ecológico. El cambio climático en nuestra región esta provocado por todos y cada uno de los países del mundo civilizado que han enviado a la atmósfera miles de millones de toneladas de gas de invernadero y han agotado los recursos derivados de los hidrocarburos.
Las políticas locales son importantes en materia de sostenibilidad, pero no suficientes. ¿Que sentido tiene la desnuclearización de España si se realizó a costa de la instalación masiva de centrales térmicas que son más contaminantes que las nucleares? ¿Qué sentido tiene aumentar el precio de la gasolina si cada vez se fabrican coches de más cilindrada y no se potencia de manera adecuada el transporte público y las infraestructuras ferroviarias?
Vamos a los datos. Les diré que los últimos informes científicos emitidos por la comunidad internacional sitúan a España como una de las zonas que más sufrirá los efectos del cambio climático y dentro de nuestro país será la mitad sur la parte mas afectada. Hablamos de aumentos de temperaturas medias anuales de hasta 7 grados y hablamos de una sensible disminución de las lluvias y un aumento de la desertización del territorio.
¿Cómo piensan arreglar esto nuestros gobernantes?. La verdad es que han sido pocas las medidas reales y eficaces que se han tomado. La primera de ella es la legislativa. Solo con una legislación que proteja al medio y que sancione a los agresores se podrá frenar el problema. La segunda medida es económica; es vital que se dedique una parte importante del producto interior bruto de nuestro país a la puesta en marcha de planes y medidas que frenen el proceso, la tercera medida es la toma de decisiones conjuntas, es decir la corresponsabilidad de las distintas administraciones en la toma de decisiones y el ejercicio de planes de actuación.
¿Sabe ustedes lo que significa que la cuenca del río Guadiana pierda (como esta previsto) un 20% de su caudal? Significa, mis queridos conciudadanos que habrá: Una perdida de la biodiversidad (para que se me entienda especies de animales y plantas que desaparecerán), la perdida del propio recurso hídrico, el aumento de la evapotraspiración del la cubierta vegetal, una avance de los procesos de desertización, pedida de recurso edáficos que se traducirán en una merma de la actividad agrícola y forestal por no poder hacer frente al desarrollo de los actuales cultivos con los métodos actuales (consumo excesivo de agua en los riegos convencionales), aumento del riesgo de inundaciones y crecidas fluviales derivadas de precipitaciones torrenciales, pérdida del manto fértil de la tierra por los efectos de la erosión y la sequía del terreno, alto riesgo de incendios forestales, aumento del consumo energético para poder paliar los efectos de las previsibles olas de calor que asolaran nuestra región, importantes pérdidas en el sector turístico que se verá frenado por los efectos de una climatología inhóspita, riesgos para la salud debidos a los efectos del calor en los sectores más sensibles de la población,… ¿Qué más quieren que les diga?.
Deben preguntarles a los candidatos para nuestros ayuntamientos y para nuestra región que medias van a tomar para detener la muerte de nuestras Lagunas de Ruidera, Tablas de Daimiel, nuestros ríos y nuestros campos. Pregúntenles qué van a legislar en materia de urbanismo para construir edificios mas ecológicos y con menor consumo energético. Pregúntenles que van a hacer con el incremento del parque de vehículos en nuestras calles y plazas, con que agua se van a regar nuestros parques, como se depuran nuestras aguas, a donde van a para nuestros vertidos industriales, que medias tomaran para evitar los incendios forestales (recuerdan el infierno del pasado verano en Castilla-La Mancha)
Alguien me tachará de agorero y hasta se sentirá molesto por leer esta larga lista de desgracias, pero me siento en la obligación de decirlo, siquiera para tranquilizar mi conciencia de consumidor y derrochador de recursos.
Ahora los candidatos de las distintas formaciones políticas hablan en sus mítines de “crecimiento sostenible”. La mayoría desconoce el significado de esta cuestión, pero se lleva mucho hablar de ello y lo hacen sin ningún pudor, sabiendo que son desconocedores de lo que prometen y defienden, pero sabiendo que es moda y da votos hablar de este asunto. ¿Qué persona razonable podría tener argumentos para defender que se crece de manera “sostenible” en nuestra comunidad y en nuestro país? Absolutamente nadie. La sostenibilidad necesariamente significa la renuncia a las políticas neocapitalistas, al feroz avance de las multinacionales que se disputan los mercados de la energía, las comunicaciones, los medicamentos, etc. En Castilla-La Mancha tenemos muchas tareas pendientes y un futuro bastante complicado debido al cambio climático. Exijan a los candidatos a los que van a votar la firme voluntad de luchar por la defensa de la naturaleza y la habitabilidad en nuestra región.
1 comentario:
Tengo su libro encima de mi mesa. De vez en cuando leo un artículo al azar. Me parece un gran libro de divulgación. Enhorabuena.
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