martes, 21 de julio de 2009

El miedo: Eficaz instrumento para los políticos.

Reflexiones en torno a los mensajes que nos dan los políticos en una campaña electoral

En otras ocasiones ya les hablé del miedo, pero hoy me parece oportuno volver al tema dadas las circunstancias que acontecen en nuestro mundo y a la vista de la profunda crisis económica mundial, la amenaza de una pandemia de gripe y en general el permanente estado de sobresalto e inseguridad en el que vive una gran parte del mundo.

Resulta obvio constatar que el ser humano, muy a pesar de vivir inmerso en un espectacular desarrollo tecnológico y social, aparece cada vez más vulnerable ante las amenazas que se asoman cada vez con más asiduidad en nuestro horizonte.

El miedo es un sentimiento cuyo origen en nuestra especie se remonta a un remoto pasado que nos relaciona con nuestra capacidad de supervivencia y nuestro espíritu de conservación de la vida como elemento más preciado de la existencia. Competir con otros animales predadores de nuestra especie, no siempre en condiciones ventajosas, hizo que ya en los comienzos de nuestra epopeya como especie tuviésemos que saber medir la importancia y trascendencia de nuestros enemigos de tal manera que la decisión de atacar o huir era muy importante. El miedo, por tanto, está muy ligado a la supervivencia. Aún hoy en día, cuando nos consideramos los reyes de la creación debemos hacer uso de estrategias de autodefensa basadas en el miedo.

El miedo es una emoción que se puede moldear a través de la educación, la cultura y el medio ambiente que nos rodea. Puede ir desde el terror intenso hasta una ligera aprensión. Nuestro cuerpo sufre cambios a nivel físico y hormonal al encontrarnos en una situación de miedo: nuestro corazón palpita más fuerte, nos sudan las manos y a nivel hormonal producimos, entre algunas hormonas, la adrenalina.

Sentimos miedo frente al fracaso, al rechazo, a las pérdidas y mucho miedo frente a los cambios. Con todos estos ejemplos nos damos cuenta que el miedo nos acompaña a través de nuestra vida y madurez manifestándose en ocasiones cuando tenemos incertidumbres sobre nuestras relaciones, nuestra vida futura; es decir cuando sentimos inseguridad.

Desde la antigüedad, el miedo se ha usado como instrumento de control, dominación y movilización política por parte de las elites y grupos gobernantes. Primero fue el miedo a la furia de los dioses y a la ira de la naturaleza, y las pestes por las destrucciones y cataclismos generados. Después, el miedo a las guerras producidas por la disputa de los imperios por territorios y riquezas, ante los efectos devastadores que las confrontaciones bélicas generaban. En tiempos modernos, bajo regímenes autoritarios y totalitarios, fue el miedo al comunismo, al militarismo y a los gobernantes tiranos, quienes se legitimaban en el poder por el uso de la fuerza y la instauración de una política del terror hacia sus opositores. Hoy día, bajo sistemas democráticos, es el miedo a la criminalidad y la violencia, a la debacle económica, a la pobreza, a los radicalismos, al terrorismo y, por supuesto, a las nuevas y “peligrosas” enfermedades.

Pocos expertos en psicología de masas ponen en duda que el miedo en la actualidad es un instrumento político muy eficaz. Ante un mundo con más violencia y criminalidad, lleno de peligros y nuevos desafíos globales, como la crisis mundial y la aparición de pandemias mortales, aumenta más el miedo social de los ciudadanos, quienes se debaten ante la impotencia, la incertidumbre y la sumisión.

El pánico es el argumento central de la política, dice el pensador francés Paulo Virilio en su libro "Ville panique". Este pánico anula el lugar de la reflexión y los medios de comunicación se hacen cargo, no ya de la demanda de reflexión colectiva, sino de una demanda de emoción colectiva. En estas últimas semanas a poco que ustedes hayan prestado intención a los medios de comunicación habrán observado como de pronto un tema como la crisis económica mundial que a todos no mantenía con el alma en vilo ha sido sustituido por el tema de la pandemia de gripe. La avalancha de datos intencionalmente suministrados por los teletipos y las cadenas de noticias son capaces de modificar los puntos de máxima atención y llevarlos a donde convenga. Ahora se nos dice que la pandemia de gripe no es mayor que la gripe que cada año nos visita y que incluso es más benigna, sin embargo hemos estado con el alma en vilo un mes pendientes de la evolución de la enfermedad mientras nos olvidábamos de las tasas de desempleo y de la bajada del Euribor.

La construcción y el ejercicio del poder político se sustentan, en parte, con base en la movilización de las emociones y sentimientos del ser humano. Ya no se apela a la razón, sino al sentimiento y la emoción de la gente. En este estratagema, el miedo, este verdugo de la creatividad y la libertad social, se ha instituido como un instrumento paradigmático de la política, usado por igual, bajo regímenes tanto autoritarios y totalitarios, como democráticos, ya que el miedo es un instrumento ejemplar de represión, tanto a nivel grupal como individual.

El miedo como instrumento de la política ha sido estudiado por diferentes teóricos del poder. Por ejemplo, Hobbes consideraba que la sociedad está fundada sobre el miedo y que sin miedo no habría política. De hecho, Hobbes consideraba que la política es una respuesta al miedo.

El diplomático y filósofo italiano Niccolo Machiavelli (Maquiavelo), mejor conocido por la obra que lo consagró para siempre en 1513: Il Principe, en el capítulo 17, se pregunta si para un gobernante es mejor ser temido que ser amado. Su apreciación es que aunque lo más conveniente para un gobernante es conseguir ambas cosas a la vez, “el partido más seguro es ser temido primero que ser amado…”

De hecho, el miedo es un gran movilizador de emociones, generando ciertos efectos en la conducta de los individuos, por eso ha sido utilizado con éxito durante muchos años durante las campañas electorales. Si el miedo genera efectos e incide en la conducta y comportamiento de la gente, entonces la clase política acude a este artilugio como estrategia para tratar de alcanzar sus objetivos de mantener o alcanzar el poder. De esta forma, el miedo se convierte en la estrategia central para tratar de convencer a las multitudes de que sus adversarios representan ciertos riesgos y pueden generarles distintos daños y perjuicios.

Es muy normal oír de los políticos en sus mítines advertencias siniestras de las grandes calamidades que se sucederían en caso de que los votantes votasen al adversario político. Perder empleo, bajar las jubilaciones, aumentar los impuestos, contaminar más, etc.… En definitiva utilizan el miedo para atraer el voto.

Tragedia Aérea en el Atlántico

El pasado día 31 de mayo el Airbus A330 de la compañía Air France con 216 pasajeros y 17 tripulantes a bordo que cubría la ruta entre Río de Janeiro y París, se precipitaba inexplicablemente a las frías y profundas aguas del océano Atlántico

Se sabe que el avión envió una señal automática de alarma por problemas eléctricos, desde una zona de gran turbulencia. La nave desapareció de los radares después de 3 horas de vuelo. La Fuerza Aérea brasileña inició, inmediatamente perdido el contacto, una operación de búsqueda y en el aeropuerto parisino Charles de Gaulle se creó un centro de crisis para atender a familiares y amigos de los pasajeros y la tripulación del vuelo AF447. La aeronave salió desde Río de Janeiro el domingo 31 de mayo a las 19.00 hora local y se le esperaba en París el lunes día 1 de junio a las 11.15 hora local.

Una vez más, cuando aun esta reciente el accidente en el aeropuerto de Barajas del pasado agosto de 2008 en el que el vuelo JKK 5022 de la compañía Spanair dejaba un balance triste de 153 muertos y 19 heridos varios de ellos muy graves, la historia de la aviación ve como se escribe una trágica página en sus anales.

En este caso el accidente está envuelto en una serie de inexplicables contradicciones y dudas que han puesto en estado de alerta tanto a las autoridades de la aviación civil mundial como a las compañías propietarias de las aeronaves y a sus constructores.

¿Cómo es posible que un avión se precipite en el océano sin apenas dejar rastro y con una inquietante falta de información que nunca llegó a los servicios de control aéreo de la extensa red mundial.

Los sensores de velocidad

En un principio las culpas recayeron sobre los sensores de velocidad que parece que no daban señales fiables en relación con la velocidad de la nave y eso confundió al piloto en sus maniobras. Después se han ido viendo otras causas. Resulta raro que cuando se produce un accidente tan terrible como este se empiecen a sacar defectos y atar cabos en relación con averías y accidentes menores de naves del mismo tipo y fabricante. ¿Esto es casualidad? ¿Acaso las revisiones a fondo se han de hacer cuando se caen los aviones? Ahora la compañía hay decidido cambiar los sensores de velocidad a todos sus aviones y el fabricante ha elaborado nuevos protocolos para evitar nuevos accidentes.

La pregunta que todos nos hacemos es ¿la tecnología aeronáutica es fiable?, ¿los gastos añadidos en seguridad activa y pasiva de las naves son adecuados o insuficientes?

La oficina de prensa de Airbus dijo a la BBC que "la flota de A330 ya lleva más de 11 millones de horas de vuelo, y no hay motivo para relacionar los casos de otras compañías con lo que ocurrió al vuelo 447 de Air France". ¿Es suficiente esta afirmación para dejarnos tranquilos?

La explicación a la que se ciñe Airbus, fabricante de la aeronave, es un fallo de los sensores de velocidad, que causaron una transmisión automatizada de cuatro minutos con mensajes de mal funcionamiento. Como la empresa había emitido con anterioridad una directiva para reemplazar esos sensores en caso de que fallaran, esa teoría es la que más se maneja.

Como siempre son las “cajas negras” el aparato las que guardan los secretos del accidente, en ellas se graban las conversaciones del piloto y las medidas registradas en el último intervalo de tiempo de aquellos parámetros que son luego fundamentales para esclarecer los hechos. Las cajas negras estarán en el fondo del océano. Emiten una señal para poder ser localizadas durante un tiempo (suele ser unos 30 días) después enmudecen y si no han sido localizadas prácticamente se deberán dar por perdidas.

Los últimos mensajes que se escucharon del piloto antes de estrellarse contra el mar fueron dos: 'timón roto' y 'rápida despresurización'". El avión empezó a descender a razón de 1.800 pies por minuto que es lo que suele suceder cuando se produce una despresurización (perdida de presión en el interior).

Se han tenido en cuenta hipótesis como una fuerte tormenta uno de cuyos rayos pudo impactar en el avión y partirlo y también un fallo eléctrico generalizado que dejó el avión sin control ni comunicación con los centros de control de tierra.

Juan Manuel García, ingeniero de JMG Ajustadores/ GAB Robins Aviation, una firma aseguradora de aeronaves con sede en Colombia. Afirma que “un escenario donde las condiciones adversas meteorológicas, de turbulencia o error de sistemas, hacen que -para poder recuperar el control del avión- el piloto necesite hacer movimientos fuertes del timón de dirección y se genere un esfuerzo que excede los límites para los que fue diseñado el avión.

Deducimos de eta hipótesis que el piloto intentó corregir la trayectoria de caída de la nave exigiendo al timón un esfuerzo para el que no estaba diseñado. Los trozos recuperados del avión muestran roturas limpias lo cual podría evidenciar una falla de estructura o también una explosión provocada por una bomba.

Esta hipótesis abre un nuevo frente que no han tardado en seguir algunos investigadores y que hace referencia a fallos estructurales en el avión debidos a los materiales con los que está construido.

Debo decirles que los nuevos materiales con los que se fabrican estas naves son muy ligeros y ello permite aumentar la carga trasportada y por lo tanto aumentar el rendimiento del combustible hasta en un 20%.

¿Podrían tener la culpa los materiales? El futuro de la industria de la aviación está basado en los materiales compuestos de fibra de carbono.

El plástico reforzado de fibra de carbono (CFRV en sus siglas en inglés) es un material compuesto que combina las propiedades del plástico, la cerámica y el metal.

En las últimas dos décadas los fabricantes de aeronaves están utilizando cada vez más componentes de fibra de carbono en lugar de metal para construir sus aviones.

Ahora se producen aviones con timones y estabilizadores de cola hechos de fibras de carbono, como el avión del vuelo 447 de Air France, un Airbus A330.

Algunas voces autorizadas han puesto bajo sospecha el comportamiento de estas fibras frente a grandes esfuerzos. Esfuerzos que podrían no haber sido considerados en las hipótesis de diseño de máxima carga y esfuerzo.

Hacer el Amor Cura


Oxitocina: Una hormona que nos ayuda a ser más felices.

Hace unas semanas escribía en esta misma sección de la” ventana de la ciencia” un artículo que resulto de interés para muchos de mis lectores y que incluso provocó interesantes comentarios en alguna tertulia con amigos, me refiero al artículo que titulé “¿El amor es cuestión de química?, ¿lo recuerdan? Bien pues esta vez seguiré aportando información sobre los mecanismos hormonales del placer y la beneficios de determinadas hormonas en nuestra vida, gracias a su papel en los procesos cerebrales que regulan las emociones y los sentimientos.

Les hablaré esta vez de una hormona llamada “oxitocina” cuyos efectos en nuestro cerebro son muy importantes de cara a conseguir cierta estabilidad emocional y combatir numerosos estados de ansiedad, fobias, stress, etc. Se descubrió su existencia en los años cincuenta del pasado siglo y desde entonces los psicólogos, neurólogos, y psiquiatras entre otros han prestado intención a sus efectos, así como a los mecanismos que estimulan su liberación en nuestro organismo.

Algunos han calificado a la Oxitocina (palabra derivada del griego "nacimiento rápido") como la “hormona del amor” o “la hormona de la afectividad”. Es una hormona relacionada con las conductas sexuales, la conducta maternal y paternal y en general las relaciones afectivas positivas entre los seres humanos, estando incluida dentro del grupo de los llamados neurotransmisores en el cerebro. Los estudios realizados en clínicas y laboratorios han demostrado que en las mujeres la oxitocina se libera en grandes cantidades tras el parto así como en respuesta a las etapas de crianza de sus bebes. También se piensa que su función está asociada con la afectividad, la ternura, el contacto y el orgasmo en ambos sexos.

En los humanos, dicen los investigadores, la oxitocina se libera con un simple abrazo, una caricia, un beso o mirando a los ojos de un ser querido. También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.

La presencia de la hormona en la sangre desencadena en el cerebro, concretamente en la amígdala cerebral una serie de reacciones que favorecen y refuerzan determinados comportamientos en las personas. Así, por ejemplo, los estudios más recientes indican que la hormona potencia las relaciones sociales, y podría estar involucrada en la formación de de confianza y generosidad entre personas.

La oxitocina es una hormona, que se produce en la glándula pituitaria empaquetándose en vesículas grandes, de núcleo denso. La secreción de oxitocina en las terminaciones neurosecretoras está regulada por la actividad eléctrica de las células oxitócicas del hipotálamo. Estas células generan potenciales de acción que se propagan por el axón hasta las terminales nerviosas pituitarias.

¿Qué efectos beneficiosos puede desencadenar la oxitocina? Ciertamente son varios los efectos que están asociados a la presencia de esta hormona. Entre ellos hablemos de algunos.

Recientemente se han establecido relaciones entre la desaparición o disminución de efectos de las llamadas “fobias sociales” debida al aumento de los niveles de oxitocina. “Estudios previos muestran que administrando oxitocina por vía nasal a individuos sanos se reduce la activación de circuitos cerebrales vinculados al miedo, aumenta el contacto visual con otras personas y se incrementa la confianza y la generosidad”, explica el psiquiatra de la Universidad de California Kai MacDonald. Por eso, MacDonald sugiere que esta hormona podría ayudar a tratar ciertos trastornos psiquiátricos que afectan al comportamiento social, como la esquizofrenia, el autismo, la ansiedad o la fobia social.

Un estudio de 1998 encontró niveles significativamente menores de oxitocina en plasma sanguíneo de niños autistas. Un estudio de 2003 encontró un descenso del espectro de conductas repetitivas autistas cuando se administraba oxitocina intravenosa. Un estudio de 2007 reportó que la oxitocina ayudaba a adultos autistas a retener la habilidad de evaluar el significado emotivo de la entonación al hablar.
Existen muchas fobias, a la obscuridad, a los insectos, a la altura, al agua, etc, pero existe una que impide que un ser humano se pueda desenvolver ante la sociedad, fobia social. Científicos de la Universidad de Zurich, Suiza, hicieron un experimento donde pudieron observar que con la hormona preparada en forma de espray nasal puede un ser humano recuperar o aumentar la confianza en los extraños, de igual forma podría servir este espray como un tratamiento para los trastornos como la fobia social y el autismo. En este experimento, los investigadores identificaron los centros del cerebro que se activan cuando una persona ve traicionada su confianza. Administraron al cerebro oxitocina logrando suprimir esta actividad.
El doctor Thomas Baumgartner del equipo de investigación suizo mencionó: “Encontramos que la oxitocina tiene un efecto muy específico en las situaciones sociales y al parecer disminuye nuestros temores. Una falta de oxitocina es por lo menos una de las causas del miedo que se experimenta con las fobias sociales. Una persona tiene fobia social muchas veces por el miedo de ser humillada o avergonzada ante los demás”.
La oxitocina actualmente se comercializa como medicamento. La oxitocina se destruye en el tracto gastrointestinal, y por tanto debe administrarse en forma de inyección o como un espray nasal.

Les recomiendo a mis lectores un libro que les ayudaran a ampliar información sobre este tema. El primero es de la la Doctora Kerstin Uvnäs Moberg titulada “Oxitocina: la hormona del amor la calma y la sanación” Ediciones Obelisco año 2009. La autora realiza su trabajo de investigación en el famoso Instituto Karolinska de Estocolmo, y además es profesora de fisiología e la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas de Upsala.