sábado, 10 de abril de 2010

Paracelso: Alquimista y médico


En la penumbra de su laboratorio el viejo Paracelso trabaja infatigable. Sobre la mesa sus papeles y en los estantes de los armarios se apilaban desordenados enseres de laboratorio. En el fuego languidecían las últimas brasas. Un día agotador, un paso más hacia el desconocido encuentro con la sabiduría, un día menos para llegar al lugar de la verdad. La ciencia despertaba en el horizonte de Europa para iluminar los rincones oscuros que la filosofía aristotélica no pudo iluminar.

Paracelso o Teofrasto Paracelso (1493 –1541) realmente tenía el nombre de Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim, pero se le conoce como Paracelso que dicho sea de paso es más cómodo de pronunciar y memorizar.

Nació en Einsiedeln (Suiza), su padre fue médico y alquimista. Se educó en Suiza, y en su juventud trabajó en las minas como analista. Comenzó sus estudios a los 16 años en la Universidad de Basilea, y más tarde en Viena. Se doctoró en la Universidad de Ferrara.

Dedicó una parte importante de su vida al estudio de la medicina aportando numerosas técnicas tanto de diagnostico como de tratamiento de las enfermedades aportando valiosos conocimientos desde la alquimia a la medicina. Fue un defensor de la cirugía y lucho por su incorporación en la medicina, dejando de ser una actividad propia de los barberos para llevarse a cabo como práctica médica. Realmente la alquimia y la medicina, han mantenido siempre una estrecha relación de contenidos. Ambas ciencias, cada una en su terreno, se han ocupado de un modo preferencial de la salud humana pese a que sus criterios nunca fueron coincidentes.

Paracelso afirmó que el verdadero propósito de la alquimia no era conseguir oro, sino más bien la producción de medicamentos. El término "spagyria" fue utilizado por Paracelso en su libro "Liber Paragranum", derivado de las palabras griegas "span y ageiro', el significado esencial de los cuales es "separar y combinar". Según Paracelso la naturaleza en sí misma estaba "en bruto y sin terminar" y que el hombre tenía la tarea dada por Dios de hacer evolucionar las cosas a un nivel superior. En realidad esta técnica consistía en producir medicinas a partir de plantas utilizando procedimientos alquímicos. Entre estos procedimientos están la fermentación, destilación y la extracción de componentes minerales de las cenizas de la planta. Estos procesos estaban en uso en la alquimia medieval generalmente para la separación y purificación de metales en menas, o para separar la sal del agua u otras soluciones acuosas.

A Paracelso se le atribuyen la formulación y elaboración de los primeros medicamentos en los que incluyó por primera vez minerales. Definió y nombró el liquido que rodea las articulaciones con el término “liquido sinovial” lo cual explicó de manera clara la fisiología de brazos y piernas, descubrió las características de muchas enfermedades como la sífilis el bocio utilizando para combatirlas el azufre y el mercurio. Se dice además que el fue el precursor de la homeopatía, si bien fue el médico sajón Samuel Hahnemann (1755–1843) a principios del siglo XIX el que definitivamente la puso en práctica de manera más científica.

Lo que le importaba a él en primer lugar era el orden cósmico, que encontró en la tradición astrológica. La doctrina del Astrum in corpore es su idea capital y más querida. Fiel a la concepción del hombre como microcosmos, puso el firmamento en el cuerpo del hombre y lo designó como Astrum o Sydus. Fue para él un cielo endosomático cuyo curso estelar no coincide con el cielo astronómico, sino con la constelación individual que comienza con el «Ascendente» u horóscopo.

Refiriéndose al médico dijo este sabio alquimista: “Únicamente un hombre virtuoso puede ser buen médico”. Para él la Medicina tenía cuatro pilares: Astronomía, Ciencias naturales, Química y el Amor.

Introdujo el uso del láudano para combatir el dolor. Realmente el láudano era una tintura alcohólica de opio a la que añadía vino blanco, azafrán, clavo, canela. Se usaba comúnmente para reducir cualquier tipo de dolor, desde el dolor provocado por la salida de los dientes en los niños a los típicos dolores producidos por el cáncer y otras enfermedades terminales; para adormecer, para la ansiedad, para el tratamiento de la diarrea (prescripción que aún sigue teniendo en algunos casos) y para eliminar la tos en todo tipo de procesos, desde una simple gripe a una tuberculosis.

Como curiosidad les anoto la fórmula de una variedad de láudano atribuida al médico inglés Sydenham (1624-1689). Ingredientes: Opio de Esmirna (200 g), Azafrán cortado (100 g), Canela de Ceilán (15 g), Clavos de especia (15 g), Vino de Málaga (1600 g). Preparación: Córtese el opio en pedazos pequeños y póngase con otras sustancias en un matraz; macérese por espacio de 15 días, agitando con frecuencia. Cuélese, exprímase fuertemente y fíltrese. Cada gramo de este láudano (33 gotas) contiene 12,5 cg de opio.

A pesar de que se ganó bastantes enemigos y obtuvo fama de mago, contribuyó en gran manera a que la medicina siguiera un camino más científico y se alejase de las teorías de los escolásticos.

También aportó datos alquímicos. A Paracelso le atribuimos la idea de que los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua) pertenecían a criaturas fantásticas que existían antes del mundo. Así pues, la tierra pertenecería a los gnomos, el agua a las nereidas (ninfas acuáticas), el aire a los silfos (espíritus del viento) y el fuego a las salamandras (hadas de fuego).

Igualmente, Paracelso aceptó los temperamentos galénicos y los asoció a los cuatro sabores fundamentales. Esta asociación tuvo tal difusión en su época que aún hoy en día, en lenguaje coloquial, nos referimos a un carácter dulce (tranquilo, flemático), amargo (colérico), salado (sanguíneo, dicharachero) y el carácter ácido pertenecería al temperamento melancólico.

Así expresaba Paracelso el indiscutible poder de la naturaleza en relación con la salud y la enfermedad. “La Naturaleza posee, en efecto, una industria cierta para su propia curación que el médico ignora, por lo que su papel queda reducido al de simple protector o defensor de la Naturaleza" (Opus Paramirum)”

El diluvio que viene.

Controversia pasada por agua en este invierno de 2009-2010

Me ocupo del tema de las incesantes lluvias en España por razones que parecen obvias a la vista de lo que esta cayéndonos del cielo en este invierno. Creo que todos estamos desconcertados, incluidos a los propios científicos que apenas tienen argumentos para dar explicaciones plausibles a este fenómeno de lluvias generalizadas y persistentes en nuestra península.

A rio revuelto ya se sabe. Poco han tardado los alarmistas en decirnos que esto es una prueba evidente de que el “cambio climático” es una realidad incontestable y por otro lado los que no se lo creen hablan de que lo del cambio climático nada tiene que ver con estas lluvias. Los unos y los otros, y los ciudadanos en medio, nos vemos desbordados y con el agua hasta el cuello, sin dar crédito a este constante desfilar de borrascas que nos entran por el oeste procedentes de las Azores o por el sur procedentes de las Canarias.

Veamos a quién creer, pero nunca nos dejemos llevar por simplistas deducciones ni tampoco por conjeturas mas allá de los demostrable. En primer lugar tenemos que admitir que la pluviosidad en nuestro país, en este invierno, no alcanzaba los valores que ha alcanzado desde hace 50 años, lo cual coloca al invierno actual en una situación anómala. Eso es incuestionable porque el agua está ahí, inundando España.

Bajo el punto de vista de los meteorólogos, y aun a pesar de que existen respuestas al fenómeno encontradas y contradictorias, no se trata de un fenómeno anómalo, simplemente les llama la atención la persistencia en la formación de las borrascas.

¿Cuál es el modelo de formación de las borrascas que atraviesan nuestro país? Evidentemente las borrascas que nos afectan, casi en su totalidad, se forman en el Atlántico. Pero los ciclones solo son activos sobre el mar. Los ciclones se forman porque la superficie del mar tiene mucha energía. El vapor de agua que libera un mar energético se condensa en la atmósfera si las capas altas están relativamente frías. Al liberarse desprende energía que vaporiza más agua que a su vez condensa y así se crea un ciclo de consecuencias desastrosas.

En las Azores, la formación de una cuña anticiclónica promueve la evaporación de grandes masas de agua que son la semilla de las borrascas. Para mover y condensar estas masas cargadas de agua es necesaria la aparición de una corriente de aire frio en las capas altas de la atmosfera, en este caso una corriente de aire polar. Así las cosas las borrascas se ponen movimiento viajando en una serie de pasadizos que se establecen como consecuencia del sentido y la temperatura de los vientos. Estas masas giran en torno a un centro de bajas presiones y evolucionan hasta alcanzar a la costas en donde dejan parte de su energía y pasan de ser ciclones altamente peligros a meras acumulaciones nubosas que con más o menos velocidad atraviesan nuestro territorio descargando su agua.

Lo que parece algo mas anormal es que este modelo de génesis se reproduzca con la misma intensidad y persistencia como lo ha hecho a la altura de las islas Canarias, que esta vez se han convertido también en vivero de borrascas que además han sido las responsables de las intensas lluvias en Andalucía y parte de Extremadura y Castilla La Mancha. En un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la universidad de La Laguna y el Instituto Tecnológico de Canarias, encaminado a analizar el modelo climático de las islas y su evolución en los próximos años se ha medido un incremento de la temperatura del océano en la zona de dos grados centígrados.

Se dice también que el pasado otoño fue demasiado cálido y esto hizo que la temperatura de las aguas del Atlántico subiera inusualmente creándose una situación propicia para un aumento anormal de la evaporación. Pero esto no debería ser suficiente porque en otras latitudes del hemisferio norte este invierno está siendo especialmente frio, tanto que en el Báltico ha habido problemas de hielo que han afectado al tráfico marítimo, esto se confirmaba según los datos que desde 1967 la Universidad de Rutgers registra la nieve que cae en el hemisferio norte durante el invierno (diciembre-febrero), la última década ha sido la que más nieve ha recibido. De la misma manera en EE.UU. se han registrado temperaturas muy bajas y nevadas intensas en los estados más al norte.

Recientemente firmaba L.F. Quintero en el periódico digital “Libertad Digital” un ácido artículo titulado “A ‘Al Gore’ no le obedece el planeta” en el que atacaba las teorías apocalípticas de Al Gore en relación con el Cambio Climático, para lo que argumentaba dando la noticia de que hace unos meses tres científicos que pretendían estudiar este fenómeno se quedaban aislados por el frío camino del Polo Norte, ahora el centro-este de los EEUU ha registrado el mes de julio más frío y húmedo en 115 años.

Termina diciendo Quintero que la conclusión de un grupo de científicos era que las mediciones oficiales distan cada vez más de las catastróficas predicciones climáticas anunciadas por los expertos de la ONU. Además más de 650 expertos, entre los que se cuenta en España el conocido meteorólogo José Maldonado, niegan el origen antropogénico del cambio climático. Es decir, niegan que la responsabilidad de los cambios en el clima sea del ser humano.

Esta claro que los argumentos se multiplican por doquier y cada uno “barre para su lado”, es evidente que la ciencia no tiene respuesta para todo, pero eso no es justificación para maquillar los problemas. Esta claro que los gobiernos de los países avanzados apuestan por las medidas para paliar los efectos de las agresiones al medio y también lo está que las empresas empiezan a ver área de negocio en el campo del medio ambiente. Los mensajes pueden ser contradictorios pero los hechos siempre serán demostrables.

Para terminar debo aclarar una cuestión que me parece fundamental y es que hay algunas personas que piensan que estas lluvias permiten que se carguen los acuíferos y desaparezca el problema de su sobreexplotación y esto no es verdad. Salvo acuíferos de poca capacidad, para que un acuífero como por ejemplo el 23 que es sobre el que pisamos, su recarga necesitaría la entrada de agua por filtración o escorrentía de arroyos y ríos una dilatada época en años en la que se produjesen lluvias como las que ahora tenemos. Hablo de decenios. Los niveles freáticos podrán subir uno o dos metros pero para recuperarse en algunos lugares más de un centenar de metros se necesitan recargas de agua gigantescas.

Un milagro llamado primavera


Yo quisiera, difícil quimera, que con versos se escribieran también las ecuaciones que explican el movimiento de los astros.

Escribo hoy día 21 de marzo de 2010 una nueva “ventana de la ciencia” y, a pesar de que el aspecto del cielo y la climatología no son precisamente los más adecuados para recibir la primavera, quiero dedicar este artículo a su llegada, y, por qué no, dedicarlo también a todas aquellas personas que sienten en su corazón la llamada de este resurgir de la vida, la puesta en escena de la renovación y la esperanza, en un paisaje que sale de su letargo invernal y se asoma a la luz y sus colores. Rindamos un homenaje a la poesía, que también es “ciencia del alma” y que nos permite la emoción mientras buscamos las explicaciones científicas a los misterios.

Me pegunto si sería posible describir la evolución de dos células que se abrazan para dar lugar a un ser humano con versos, si acaso sería posible entender la trayectoria del sol en el cielo atendiendo a la música que Vivaldi puso a las estaciones del año. ¿Sería posible?, ¿es posible entender la vida sin la poesía?, ¿podríamos comprender los mecanismos de la vida o el movimiento de la tierra si no existiese la música?, ¿sabríamos interpretar el paisaje si no existiese la pintura?, ¿acaso se comprendería el maravilloso ritual de cortejo del macho en algunas especies si no existiese la danza?

Admiro a los sabios renacentistas como lo fue Leonardo da Vinci (1452-1519), quien cultivó todos los saberes, llegando a ser pintor, escultor, músico, arquitecto, ingeniero, constructor de máquinas de guerra, geógrafo, cartógrafo, urbanista, anatomista y biólogo, entre muchos otros oficios y profesiones. Pienso que solo abrazando el conocimiento en todas sus dimensiones se puede gozar de verdad de la vida y aprender la esencia de su razón de ser, no es posible comprender sin la cooperación de los sentidos, la imaginación y hasta los propios sueños. Ahora, recibir la primavera, es una gran oportunidad para acercar nuestros sentidos al paisaje y descubrir la sinfonía de sonidos, olores, sabores y luz que lo acompañan. En 1619 Kepler publicó una gran obra, La Armonía de los Mundos, que adscribía consonancias musicales y matemáticas al movimiento de los astros. Música y matemáticas, en un principio convivieron en la morada del conocimiento.

La Tierra en sus movimientos de rotación y traslación marca el discurrir de las estaciones del año con una precisión propia del más preciso reloj jamás ideado por un maestro relojero. Ese eterno viajar, en medio de la inmensidad del espacio cósmico, dentro de un maravilloso sistema solar que a su vez viaja a lo largo de la galaxia, es el artífice de ese milagro que cada año se repite: la llegada de la primavera. Esa flor que se abre en la rama de un almendro lo hace por imperativo de estas leyes escritas hace miles de millones de años.

En todos los lugares de nuestro planeta no se puede gozar de este devenir de las estaciones que marca los ciclos en la vida y establece un ritmo en el acontecer de la existencia. Los países que se enmarcan en la línea ecuatorial no gozan del placer de ver crecer las flores en una época, caerse las hojas en otra, recibir la nieve en invierno y recoger las cosechas en verano. En esos países los ciclos estacionales se mezclan y confunden en una única estación, a lo sumo dos. La vegetación y la fauna, en su conjunto, se desarrollan de acuerdo a estos ritmos astronómicos, y esto es una maravillosa armonía que debemos celebrar.

Este año, como “artistas invitadas”, al acto de celebración de la llegada de la primavera tenemos a las Pleyades (palomas en griego). Ellas son un cúmulo de estrellas jóvenes ubicadas a aproximadamente 440 años luz de la Tierra que se formaron a partir de una nube de gas interestelar que colapsaba hace alrededor de 100 millones de años. Las Pleyades son "Siete Hermanas" o “cabrillas”: Estérope, Mérope, Electra, Maya, Táigete, Celeno y Alcíone, que tomaron sus nombres de las hijas del dios Atlas de la mitología griega. Juntas, forman la figura de una pequeña cacerola. Ocurre este año que se produce una conjunción inédita entre estas jóvenes “ninfas del cosmos” y nuestra Luna. Fue un encuentro que se produjo en la noche del 20 de marzo y que se seguirá viendo en la zona del Atlántico Norte y Norteamérica hasta el año 2023. Feliz noche para esperar la llegada de las flores. Una noche para permanecer despierto bajo la bóveda celeste gozando del silencio, poniendo orden en nuestra vida, repasando esperanzas, con la media luna en cuarto creciente y el corro de Pléyades bailando a su alrededor.

Mientras en el hemisferio norte abandonamos el invierno y celebramos la llegada de la primavera en el hemisferio sur abandonan el verano y se disponen a recibir al otoño y en el ecuador, quizá con cierta envidia, nos ven a los unos y a los otros como volvemos a los baúles a recoger o depositar las ropas, de la misma manera que el paisaje se regocija con la luz cambiante en torno a la cual se tejen los sueños y los proyectos de los seres vivos en su discurrir vital. ¡Sencillamente maravilloso!, ¿no les parece? A este inicio y final de ciclo en el calendario astronómico se le denomina equinoccio, del latín aequinoctium y significa «noche igual».

Salir al campo y respirar el aire embriagado de aromas debe ser un homenaje no solo a la ciencia sino también a la poesía. Entiéndalo de esta manera y estarán más cerca de la verdad que buscan.

Se dice que la primavera es el la estación del amor, de la renovación, de los cambios vitales. La ciencia coincide con la poesía y, la una y la otra, indagan en el misterio de la vida para explicar el porqué de esa inquietud, de esa melodía, que se escucha más allá del discurrir caótico y civilizado de nuestra especie. Es como si la naturaleza tocase levemente con sus nudillos en las puertas de las ciudades para anunciar a los seres urbanitas que aquí habitamos, que algo ha cambiado ahí afuera, en ese frágil manto de vida que es la biosfera. Sean felices y disfruten de la vida.


Las viudas negras

Venganza, fanatismo religioso, odio, amor… ¿Qué es lo que mueve a un ser humano a la autoinmolación por una causa?

Amanecía en la ciudad de Moscú, decenas de miles de seres humanos se dirigían a su trabajo en un lunes cualquiera, o quizá no lo era. 29 de marzo de 2010. Un autobús procedente de la ciudad de Kizliar de la República de Dagestan, llega a la ciudad. En el viajan dos jóvenes musulmanas de las que nadie sospecha nada. Para ellas es un día especial, es el día en el que finalmente abandonaran este mundo para entrar en el paraíso para reencontrase con sus amados esposos muertos a manos de la policía rusa por defender supuestamente la independencia de su país. Alá, su dios, les guía en este acto heroico. El enemigo jamás puede ser perdonado, la piedad no existe para aquellos inocentes que van a morir con ellas. En su mente no existe ninguna idea que les permita una mínima duda para evitar llevar a cabo su macabro plan. Todo está perfectamente estudiado. Sus entrenadores han realizado un trabajo concienzudo. Su objetivo: provocar una matanza en dos estaciones del metro moscovita.

Los atentados se llevaron a cabo tal como habían sido planeados. La primera explosión en la estación de Lubyanka a las 7:56 de la mañana y la segunda se produjo en la estación Park Kultury. El balance fue de 39 personas muertas y 72 heridas. De las dos jóvenes terroristas se identificaron sólo algunos restos. Una de ellas llevaba la foto de su marido y una carta de amor que terminaba con la frase: "nos volveremos a encontrar en los cielos”.

Resulta difícil comprender determinadas actitudes o comportamientos humanos que acaban en tragedias, como es el caso de las dos jóvenes de 17 y 20 años inmoladas en este acto terrorista llevado a cabo en el metro de Moscú. Eran viudas de jefes guerrilleros del Cáucaso abatidos por la policía moscovita. ¿Qué explicación científica se puede dar a este comportamiento? ¿Existe alguna explicación plausible?

Se nos queda parado el corazón y no somos capaces de explicarnos este terrible sacrificio ni siquiera ante el desgarro afectivo y emocional que pudo significar la pérdida de sus parejas a estas jóvenes. El asunto preocupa mucho a las autoridades de todos los países, dado que contra este tipo de acciones terroristas, en las que el propio ejecutor de la acción es una víctima que se inmola, son muy difíciles por no decir imposibles de controlar y prever.

¿Qué puede mover a una joven a colocarse en su cuerpo unas cargas explosivas y hacerlas detonar en medio de una masa humana? Es evidente que a la luz de la razón resulta muy difícil comprender este acto, al menos la razón que nos damos a nosotros mismos en nuestra sociedad del siglo XXI. ¿Cuánta desesperación y odio se debe acumular en la mente de una persona para llevar a cabo esta macabra forma de suicidio? ¿Quizá más que la que se da en un suicidio convencional? Morir matando es una extraña aberración suicida, pero en realidad podría no serlo tanto, cuando el acto se engloba en un contexto de odio y fanatismo político religioso o racial, o sencillamente como respuesta a una situación de persecución de índole política, racial, económica, etc…

La violencia humana no siempre es comprendida o justificada. Resulta difícil comprender y explicar de manera creíble algunas de sus manifestaciones. Las explicaciones que aparecen en los medios de comunicación, ante estos actos siempre llegan del mismo lado y muy pocas veces se nos cuentan las tragedias humanas de aquellos que aparecen como culpables. Se empeñan los gobiernos en mostrarnos una visión parcial de los asuntos, una descripción de los hechos a la luz de su conveniencia, pero pocas veces ajustada a la realidad. Pocas y mal documentadas son las explicaciones que aparecen en los medios de comunicación acerca de los terroristas, de sus motivaciones, de sus tragedias personales. Sin embargo casi nadie presta atención a la firma de un documento o la consecución de un acuerdo secreto en los gobiernos, que puede llevar a la banca rota a un país, arruinar la vida de millones de familias o provocar guerras y matanzas gigantescas. Existe un terrorismo político, de estado, practicado por algunos estados y sus gobiernos cuya magnitud supera en crueldad a la de cualquier grupo terrorista y de la que casi nadie denuncia.

¿Qué sabe usted de la República de Dagestan? ¿Qué piden y que se les niega a aquellos ciudadanos? ¿Qué se les da y que se les arrebata? De aquellos vientos que se fueron sembrando en un pueblo se recogen estas tormentas. La injustica no se queda en las víctimas inocentes que murieron en el metro moscovita aquella mañana del 29 de marzo de 2010, la injusticia llega más lejos: la violencia es una estrategia para gobernar el mundo y el miedo uno de sus poderosos instrumentos.

Que alguien nos explique el motivo de las guerras que apoyan y mantienen países como los EE.UU. en las que centenares de miles de personas mueren. Piensen en las veces que una bomba, cuya trayectoria se calculó mal mató a decenas de inocentes. En este caso se nos habla de acto de guerra. En el metro de Moscú se nos dice que es terrorismo. Unos, sólo apretaron un botón y lanzaron un misil, las otras se ataron a la cintura unos explosivos y murieron con sus víctimas. Los unos mueven tanques en una maqueta en la sala de operaciones del pentágono, los otros se esconden en las montañas y fabrican sus propias armas. ¿Cuál es la diferencia entre estas dos formas de asesinar? A unos se les paga una policía y un ejército para que les proteja y a los otros se les pone precio a su cabeza. ¡Por favor piensen en ello!

Yo necesito mas datos en esta historia, necesito saber de la vida de dos jóvenes cuyos cuerpos fueron despedazados por las bombas, saber quién y cómo se sembró en sus corazones el odio, quién las entrenó y porque, para matar. Sin esa información sólo puedo llorar por todas las víctimas, las del metro y las otras miles, millones, de victimas que viajaban aquella mañana hacia sus destinos en cualquier ciudad del mundo gobernada por unos políticos de los que también necesito saber cuáles son sus obras y sus intereses. Necesito saber más cosas para condenar a los unos y disculpar a los otros.

Los gobernantes condenan la violencia de los terroristas y yo también la condeno, pero quien condena la violencia de los que gobiernan, y con sus leyes o con su incompetencia y egoismo provocan tanto dolor en los ciudadanos. Intenten responder a una pregunta ¿Qué va a pasar con aquellos que se han enriquecido robando el dinero a los ciudadanos en esta gigantesca crisis económica que nos asola? ¿No les parece terrorismo llevar a millones de familias al paro, destruir sus vidas? Quizá existen dos varas distintas para medir el terrorismo en el mundo, por eso ocurre que dos mujeres hoy están en el “paraíso” por haber matado a 40 inocentes.