domingo, 25 de marzo de 2007

Agua en Marte

Dicen los biólogos que la vida gira en torno al carbono, que las largas y pesadas moléculas derivadas del carbono constituyen el sustrato sobre el que se sustenta toda forma de vida. Es verdad, pero también lo es que el agua es el vehiculo de la vida, es, por decirlo de a alguna manera, el medio en el que se desenvuelve ésta.

Cual si de vigías subidos al mástil de la nave que hubiesen avistado tierra en el inmenso océano cósmico, así han actuado los científicos de la Nasa ante las imágenes y los resultados de los análisis efectuados en el “planeta rojo”. ¡Agua a la vista!, han gritado desde sus despachos junto a sus computadoras. Es la milagrosa agua que se ha hecho ver allá en el polvoriento planeta. ¿Quién se lo iba a decir a Galileo cuando apuntó por primera vez con su telescopio al planeta o al propio Orson Welles cuando recreó la famosa novela de de H.G. Wells “la guerra de los mundos”?

Es cierto que el hombre tenía ardientes deseos de gritar ¡agua a la vista! en lo que se refiere a Marte y ahora lo ha hecho guiado por las pruebas, parece ser que irrefutables, que nos ha enviado la sonda "Mars Express" que se ocupa en estos momentos de explorar el planeta.

Parece ser que bajo el polo sur de Marte existe una gran cantidad de agua, tanta, dicen los expertos, como para cubrir toda la superficie del planeta con una capa de unos 11 metros de altura. ¡Que maravilla! El responsable de este descubrimiento no es una persona, ya sabemos que allá no han ido personas, sino el "Radar Avanzado para Investigación Subterránea y Ionosférica de Marte (MARSIS, por sus siglas en inglés). Este ingenio es el que ha “olisqueado en la superficie marciana” y ha detectado agua debajo de sus chips y sus antenas.

Descubrir agua en Marte no es el final de la aventura, todo lo contrario, ahora empieza la verdadera aventura: analizar el origen de esta agua. La presencia de agua en el planeta evidencia que tuvo en otra época otra atmósfera bien distinta a la que tiene ahora, en donde seguramente entre otros gases estuvo el oxígeno que como ustedes saben es también un ingrediente muy importante para la vida.

Investigar el pasado de un planeta, remontándose miles de millones de años hacia atrás, resulta bien difícil, sin embargo las huellas que el devenir del tiempo ha dejado en sus rocas y en su atmósfera son un testimonio de incalculable valor. Como decía antes, la vida, en la forma que la conocemos esta fundamentada en el carbono, lo cual nos hace pensar que también será preciso buscar restos de moléculas orgánicas para asegurar la presencia de algún tipo de vida en otro tiempo. Sin embargo el agua, que se supone pudo correr y/o estar embalsada en la superficie o en la propia atmósfera tenia que haber jugado un papel fundamental.

No debemos olvidarnos que aquí, en nuestro planeta, la vida se originó en el océano, en donde una serie de elementos prebióticos denominados coacervados orgánicos dieron lugar a una estructura elemental de célula, es decir a un puñado de moléculas encerradas en un núcleo rodeadas de un incipiente citoplasma y una membrana que las protegía y les daba una entidad propia. Así es como podemos empezar a imaginarnos la vida en Marte, dejando aun lado los monstruosos seres que los novelistas y directores de cine nos han brindado en sus imaginarias formas de ver el planeta en donde había el antiguo “dios de la guerra”.

Además de la investigación de posibles formas de vida en Marte, la presencia de agua, alimenta otras investigaciones quizá a más largo plazo, pero no menos interesantes. Me refiero a la posibilidad de hacer habitable el planeta. La colonización del espacio no es una cuestión utópica, es un objetivo que figura en los planes de las agencias espaciales de los países. La vecindad de nuestro planeta, de momento catalogada, como inhabitable, esta destinada a ser colonizada, porque parece bastante claro que el hombre quiere poner su pie en el cosmos y agrandar sus dominios, y seguro que lo conseguirá.

Disponer de agua en Marte, de cara la habitabilidad, es una buena noticia. Si teneos agua será relativamente fácil crear atmósferas artificiales con oxigeno y también potenciar la minería extractiva con el fin de conseguir materiales para realizar construcciones. Si ese hielo se consigue fundir podemos crear lagos y embalses de agua en los cuales podremos establecer enclaves habitables.

Marte es un planeta que nació prácticamente cuando la tierra hace unos 4.500 millones de años, ha tenido, quizá la mala suerte, de estar más alejado que la Tierra del Sol, pero es un candidato con posibilidades para haber albergado vida.

Cabe formularnos otra hipótesis, ya puestos a imaginar, y es la de otro tipo de vida, totalmente distinto a la que conocemos. Me refiero a una vida basada por ejemplo en el silicio o en otro elemento químico... Por lo que sabemos el universo en un 99,999.. está constituido por hidrógeno y helio. Las grandes nebulosas que albergan millones de estrellas no son sino gigantescas acumulaciones de gases que giran y se desplazan movidos por las fuerzas gravitacionales, electricas, magneticas y nucleares. ¿Quién nos puede negar que en ese crisol de gases y particulas no haya sido posible otro milagro como el del carbono y haya surgido otra “quimica organica” que alimentase unas formas de vida distintas a las que conocemos?

Hace ya varias décadas leí un libro muy interesante de Carl Sagan que se llama “Comunicación con Inteligencias Extraterrestres” en el que se recogían las actas de la primera conferencia internacional celebrada con el objetivo de estudiar la posible comunicación con inteligencias extraterrestres. A la conferencia asistieron hombres de ciencia de diversas disciplinas y allí se debatieron asuntos relacionados con la posibilidad e existencia de vida en otros mundos, allí se hablo por primera vez de “exobiología” (biología en el exterior e nuestro planeta). La conferencia CETI (Comunicación con Inteligencia Extraterrestre) sentó un precedente en nuestra civilización: No descartar la posibilidad de vida en el espacio exterior y mantener lo ojos bien abiertos para escuchar los posibles “susurros” que nos lleguen de mas allá de las estrellas.

El descubrimiento de agua en Marte nos despierta de nuevo a este apasionante mundo de la cosmología y la astronáutica. La noticia basta para poner a trabajar a las mentes más preparadas en estos temas y continuar la senda que ya iniciamos desde las cavernas, cuando mirando a las estrellas sentimos el escalofrío del tiempo y la seguridad de que parte de nuestra materia vital proviene de las estrellas que nos alumbran o que ya se apagaron.
NOTA: Desde ahora mis lectores podrán leer “La Ventana de la Ciencia” en mi nuevo Blog http://josemanuelruiz.wordpress.com/

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